Podrías pensar que sabes todo acerca del mundo del tatuaje. Has visto infinidad de diseños, estilos y paletas de colores y has escuchado de personas que se tatúan la cara, las palmas de las manos e incluso las córneas de los ojos, pero… ¿habías escuchado de los tatuajes en el paladar?
Es una nueva tendencia originada en Europa que consiste en tatuar el techo de la cavidad oral o paladar con un dibujo simple y divertido. Quienes son lo suficientemente atrevidos para tener uno suelen elegir diseños picantes, frases y símbolos obscenos.
El máximo representante de estos singulares tatuajes es Indy Voet, un tatuador belga caracterizado por sus diseños extravagantes en lugares poco convencionales. Sus clientes acuden a él con frecuencia para tatuarse las encías, sienes, pezones, orejas, párpados, pene, labios vaginales y, por supuesto, el paladar. Indy era un artista especializado en perforaciones corporales que ahora trabaja en Purple Sun Tattoo, en Bruselas, donde se dedica a tatuar profesionalmente. Su trabajo es irreverente, simple, de trazos rudos y está lleno de connotaciones sexuales y religiosas.
Otro artista célebre por tatuar paladares es el joven italiano Matteo Masini. Asegura que estos tatuajes no son dolorosos y que dependiendo del diseño se pueden realizar en 20 minutos o menos. Tiene un estilo monocromático, en donde las líneas negras y los trazos fuertes predominan.
Los tatuajes en el paladar deben realizarse mediante Handpoke, una técnica en la que sólo se utiliza tinta y una aguja que se empuja manualmente. Esto se debe a que el espacio en la boca es muy reducido, por lo que es más cómodo tanto para el tatuador como para el cliente el empleo de un método más manejable y delicado. Es necesaria cierta destreza en el tatuador, pues su visibilidad es muy limitada y la boca no es un área precisamente fácil de trabajar.
Los que se han tatuado el paladar afirman que el proceso es casi indoloro y que lo más incómodo fue mantener la boca abierta por tanto tiempo. En cuanto al proceso de curación, es igual a la de cualquier otro tatuaje o perforación de la cavidad bucal. La saliva se encarga de cicatrizar la piel maltratada, suele producirse hinchazón, comezón y sangrado, se debe mantener una buena higiene bucal y no se debe fumar ni ingerir alcoholes, alimentos picantes o muy ácidos durante un par de días. Hay que recordar que los tatuajes son heridas, por lo que el cuerpo puede reaccionar de forma abrupta y la hinchazón puede perjudicar la respiración y dificultar la ingesta de alimentos.
Los tatuajes en el paladar se caracterizan por ser monocromáticos y muy minimalistas. El espacio de trabajo es tan reducido que no se puede aspirar a diseños muy complejos o detallados. También son extremadamente discretos, prácticamente invisibles, pues la única manera de exhibirlos es abrir la boca y mostrar el paladar. Es una práctica muy poco común, bastante excéntrica y un tanto riesgosa, pero sí que da de que hablar en las fiestas y visitas al dentista. ¿Te animas a hacerte uno?
Mónica Rodríguez Huertas (Algeciras, 1992) es residente en un Estudio de tatuajes en la localidad de Chipiona. Está especializada en los estilos de dotwork y acuarela, es editora de contenidos en Tatuing.