9 Mujeres Tatuadoras Feministas a lo largo de la Historia

La industria del tatuaje en general ha estado bajo el dominio de los hombres, pero las mujeres han estado involucradas durante siglos afirmando su presencia en el mundo del tatuaje. Esto ha demostrado que son revolucionarias y muestran el crecimiento del empoderamiento femenino en la industria a lo largo de múltiples generaciones. Son conocidas por marcar la diferencia y llevar la industria del tatuaje al siguiente nivel.

Hay que destacar que muchas de las mujeres tatuadoras de las que hablaremos aquí comenzaron sus viajes a principios del siglo XX, una época en la que las mujeres todavía tenían muy pocos derechos. Sigue leyendo para saber cómo las mujeres tatuadoras a lo largo de la historia han cambiado todo para mejor.

La primera mujer tatuadora en el mundo: Maud Wagner

Maud Wagner es sin duda la mas famosa de las mujeres tatuadoras a lo largo de la historia. Nació el 12 de febrero de 1877 en corazón de Estados Unidos: Kansas. Provenía del seno de una familia muy pobre, y por ende no tenía muchas oportunidades para su futuro. Entonces, Maud, siendo una adolescente consiguió escaparse de casa para unirse al circo.

Cuando Maud conoció a quien sería su esposo, Gus Wagner, en 1904, era una famosa contorsionista y trapecista. Gus era un marinero que estaba cubierto de tatuajes que había adquirido a lo largo de sus viajes, y Maud quedó absolutamente fascinada con estas obras de arte en piel. Además, Gus también tenía fama de ser tatuador.

Gus se enamoró de Maud y finalmente la invitó a salir, donde ella accedió, pero con la condición de que le enseñara a tatuar. Y de esta forma, en lugar de tener citas, llevaban a cabo lecciones de tatuaje. Maud aprendió un método tradicional de tatuaje y rápidamente se convirtió en su método preferido.

Maud hizo crecer rápidamente su colección de increíbles tatuajes, gracias a las enseñanzas de Gus. Tiempo después esta pareja se terminó casando, abandonaron sus puestos en el circo para dedicarse al mundo del tatuaje a tiempo completo, viajando con espectáculos, ferias del condado, circos y exhibiciones de curiosidades.

Maud y Gus tuvieron una hija, Lovetta, y Maud se convirtió en una madre muy sobreprotectora. Maud incluso le prohibió a Gus que este tatuara a la niña. Y aunque Lovetta se entrenó en la práctica desde los 9 años y se convirtió en una tatuadora exitosa como sus padres, se convirtió en una de las pocas artistas tatuadoras que nunca se hizo un tatuaje.

Con el paso del tiempo, Maud alcanzó la fama como la primera artista del tatuaje femenina conocida en todo el mundo. Esto la mantuvo bastante ocupada y trabajó hasta su muerte en 1983. La familia Wagner ayudó a popularizar el tatuaje no solo en las ciudades costeras y navales de Estados Unidos, si no en el mundo entero.

La primera mujer tatuadora en Reino Unido: Jessie Knight

Jessie es una figura icónica en el mundo del tatuaje. Era famosa por ser la primera tatuadora británica registrada. Nació en el año 1904 en la una ciudad al sur de Londres llamada Croydon. Jessie era parte de una gran familia, con otros siete hermanos. Su padre Leonard, era capitán de la marina, tatuador y francotirador, mientras que su madre era poeta e ilustradora.

Jessie trabajaba como blanco humano en un circo. Sin embargo, su carrera llegó a un final prematuro cuando recibió un disparo en el hombro durante un terrible accidente mientras trabajaba.

Jessie Knight tatuadora

Luego decidió seguir los pasos de su padre como tatuadora y tomó su máquina de hacer tatuajes. Comenzó a tatuar con su papá en 1921 en Barry, Gales del Sur. Para cuando Jessie ya había cumplido 18 años, ya tenía una gran cartera de clientes en la tienda de tatuajes de su padre y era muy querida y buscada en su comunidad local en Gales.

El estilo de tatuajes de Jessie eran atrevidos y coloridos. Trabajó a mano alzada, lo que significa que dibujaba sus diseños directamente sobre la piel de sus clientes, sin hacer uso de plantillas. Esto la convirtió en una novedad en el mundo del tatuaje.

Sus tatuajes estaban obteniendo una reputación estelar, y en 1955 Jessie ganó el segundo lugar en el Champion Tattoo Artist of all England. Este fue un logro monumental para Jessie pues las artistas del tatuaje femeninas eran totalmente desconocidas, por lo que este premio generó un gran revuelo en torno al trabajo de Jessie.

Después de este éxito, Jessie abrió sus propias tiendas de tatuajes, primero en la ciudad portuaria de Portsmouth y luego en Aldershot. Tenía los medios y la popularidad para tener su propio negocio. El tatuaje todavía no estaba en la corriente principal, por lo que no muchos artistas podían lograr nada cerca a lo que estaba consiguiendo Jessie.

Sin embargo, no todo fue éxito en la vida de Jessie, pues se casó cuando cumplió 27 años, pero su esposo era violento, pudiendo escapar finalmente de este matrimonio tormentoso. En sus últimos años, Knight se retiró de los tatuajes, pero continuó haciendo piezas desde su casa para amigos y familiares.

Cuando falleció a los 88 años en 1992, dejó una carrera prolífica y sin precedentes y se ha mantenido como un símbolo feminista para muchas mujeres creativas. Jessie estuvo a la vanguardia siendo una de las conocidas mujeres tatuadoras a lo largo de la historia y todos los que la conocieron la recuerdan con cariño.

Millie Hull: La madre del tatuaje moderno

Mildred Hull, conocida por sus amigos como Millie, era una valiosa añadidura al mundo del tatuaje. En la década de los años treinta, ella era la única mujer que tatuaba como parte del legendario grupo de tatuajes Bowery, este grupo se conoció como los creadores del tatuaje moderno.

Nació en el año 1896, y vivía en una de las peores zonas de la ciudad de Nueva York. Millie, que abandonó la escuela a los 13 años, uniéndose al mundo del circo y comenzó a trabajar como bailarina exótica.

Un cliente de estos espectáculos le dijo a Millie que ganaría mucho más dinero como una mujer tatuada, ganando hasta USD 80 a la semana. Así que Mildred Hull conoció al famoso tatuador Charles Wagner y comenzó el doloroso proceso de cubrir su cuerpo con tatuajes en solo unas pocas semanas. 

Millie en algún momento habló sobre este proceso en una entrevista a finales de la década de los treinta y comentó que claramente se sintió obligada a tatuarse para poder ganar más dinero. Sin embargo, esto empujó a Millie a abandonar el mundo del espectáculo y aprendió el oficio de tatuajes abriendo su propio salón de tatuajes, The Tattoo Emporium, en Bowery, en la parte trasera de una peluquería.

El hecho de que Millie tuviera su propio negocio fue un logro increíble pues se categorizó para siempre como una de las más resaltantes mujeres tatuadoras a lo largo de la historia. En ese momento, el tatuaje estaba totalmente dominado por los hombres y con Bowery siendo un área realmente difícil para vivir y trabajar, todo estaba en su contra, pero a Millie no le importaba. Ella se mantuvo firme y convirtió The Tattoo Emporium en un negocio exitoso.

Ella dirigió una revolución de tatuajes para la época con los artistas tatuadores de Bowrey creando los estilos tradicionales brillantes y audaces que todavía se utilizan hoy en día.

Lamentablemente, Mille tuvo un final trágico. Sufría de depresión y en 1947 se suicidó consumiendo veneno sentada en un restaurante de Bowery. Dejó un gran legado, firmemente consolidado como la madre fundadora del tatuaje moderno.

Betty Broadbent: La Venus tatuada

Nació el 1 de noviembre de 1909 y su amor y fascinación por los tatuajes comenzó a una edad temprana. Cuando Betty tenía catorce años, fue contratada como niñera para una familia en Atlantic City. Al llegar a Atlantic City, se encontró con un hombre llamado Jack Red Cloud que trabajaba en una exhibición como un hombre tatuado.

Betty se sintió inmediatamente intrigada y atraída por el lado artístico del tatuaje, y guardó la esperanza de convertirse en artista algún día. Red Cloud le presentó a Betty a su amigo, Charlie Wagner, un famoso tatuador en la ciudad de Nueva York.

Mientras estaba en Nueva York, Betty le pagó a Wagner y a otros artistas, entre ellos Joe Van Hart para que comenzaran a tatuar su cuerpo. Estos trabajaron en el cuerpo de Betty por más de dos años. El diseño de tatuajes de Betty se extendió hasta incluir un total de trescientos sesenta y cinco tatuajes que cubrían la totalidad de su cuerpo.

Fue después cuando el mismo Charlie Wagner presentó a Betty con un propietario del circo, quien le ofreció a Betty un puesto, donde se puso a trabajar como una atracción tatuada y quedó bautizada como la Venus Tatuada.

Betty también quiso llevar al límite a las mujeres en todas partes y participó en un concurso de belleza en la ciudad de Nueva York, que fue el primer concurso de belleza televisado de todos los tiempos. Aunque Betty no ganó la competencia, definitivamente se hizo notar entre las participantes gracias a sus tatuajes.

Betty viajó a Nueva Zelanda y Australia, trabajando como la Dama Tatuada en los circos independientes que se encontraba. Cuando regresó a Estados Unidos, Betty volvió a trabajar como una atracción tatuada en el circo. Para esta temporada, se estableció como tatuadora donde trabajó por varios años hasta que se terminó jubilando en 1967 para el día de hoy formar parte de el popular grupo de mujeres tatuadoras a lo largo de la historia.

Mujeres tatuadoras en la actualidad

Hoy en día el mundo de los tatuajes cuenta con mujeres tatuadoras con una gran cantidad de reconocimientos y cientos de personas queriendo una plaza poder tatuar sus cuerpos bajo la atenta mirada de grandes tatuadoras como las siguientes:

Sarah Miller

Es una figura pública, tatuadora y amante de viajar por el mundo, que actualmente se encuentra en Pittsburg, EEUU. Ella fue una de las competidoras en el popular programa de televisión Ink Master. Ha sido parte del mundo del diseño gráfico durante más de diez años y entró en el negocio del tatuaje en el año 2009 y ha ganado una inmensa popularidad por sus retratos.

Además, también se especializa en pin-ups. Trabaja en su estudio Wyld Chyld Tattoo en Pittsburg. La mayor parte de su trabajo está influenciada por los temas centrales de los períodos neoclásico, romántico y Art Nouveau en Francia y le encanta agregar un toque dinámico único a cada pieza que hace.

Kat Von D

Cuando se trata de artistas del tatuaje que no solo tienen éxito en la industria, sino también en el mundo convencional, Kat Von D es un claro ejemplo. Popularizada por Miami Ink y LA Ink, Kat Von D se convirtió en la artista más reconocida de la televisión.

Luego, siguió una carrera como magnate del maquillaje y ha desarrollado una de las marcas de belleza más exitosas conocidas en la actualidad. Hoy día, es la artista del tatuaje más seguida en las redes sociales y ha aparecido en varias portadas reconocidas pues sin duda se trata de una de las mujeres tatuadoras a lo largo de la historia más reconocidas.

Hannah Aitchison

Es una tatuadora estadounidense, actualmente radicada en Pittsburgh, Pensilvania. Con más de dos décadas de experiencia en la industria, es una de las más reconocidas en el grupo de mujeres tatuadoras a lo largo de la historia moderna gracias a que ha aparecido en varios realitys de tatuajes, incluidos LA Ink y Best Ink participando como jueza. Es dueña de un estudio de tatuajes, Curiosity Shop, donde trabaja con su esposo Scott White.

Grace Neutral

Es una modelo, presentadora de televisión y tatuadora reconocida del Reino Unido. Cuenta con más de medio millón de seguidores nada más en Instagram. Ingresó a la industria del tatuaje como perforadora. Anteriormente trabajó con Good Times Tattoo y también se ha dedicado a asistir a la conocida Convención de Tatuajes de Londres. Actualmente, Grace trabaja en su propio estudio, en una zona reconocida en el corazón de Londres.

Rose Hardy

Originaria de Nueva Zelanda, pero actualmente está radicada en Nueva York. Es famosa por ser la única jueza participante en el reality Ink Master durante las últimas 11 temporadas. Aunque Hardy se especializa en tatuajes neotradicionales vibrantes y coloridos, sus diseños hiperrealistas en negro y gris y en color resultan ser muy atrayentes para sus clientes. Muchos de sus diseños presentan retratos femeninos al estilo de la década de los años veinte con ojos y pestañas estilizadas, junto con otras inspiraciones de esa época, como piezas de encaje detalladas y motivos Art-Deco.

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