¿Buscas una perforación sexy y atrevida? ¿Qué te parece un piercing en el ombligo?

Si te encanta lucir tu vientre, usar crop tops y bikinis, ¿qué esperas para hacerte un piercing en el ombligo? Como la mayoría de las modificaciones corporales, los piercings en el ombligo tienen únicamente un fin estético. No es un secreto que están de moda y que cada vez ganan más adeptos alrededor del mundo. Si estás pensando en hacerte uno, este artículo es perfecto para ti. Te explicamos a continuación todo lo que debes saber antes de hacerte un piercing en el ombligo.

Conoce tu ombligo

El ombligo es una cicatriz redondeada que tienen todos los seres humanos en el centro de su torso. Es el resultado del desprendimiento del cordón umbilical, una estructura que conecta a los fetos con sus madres mientras están en su vientre y permite el intercambio de nutrientes.

Existen dos tipos de ombligos: los hundidos y los salidos. Los ombligos hundidos son aquellos en forma de hendidura, invisibles a la vista. Los ombligos salidos, protuberantes o “de botón” son aquellos que sobresalen del cuerpo y pueden verse fácilmente. Se debe tener en cuenta que un ombligo puede ser más o menos alargado, redondeado, profundo, grande o pequeño. No sólo se le llama ombligo a la cicatriz, sino a la zona del abdomen que lo rodea.

¿Todos pueden hacerse un piercing en el ombligo?

Recordemos que la zona adyacente a la cicatriz también se considera ombligo, así que a pesar de que el tuyo tenga determinada forma o tamaño, puede perforarse. Para realizar la perforación es necesario ubicar un pliegue de piel elástica, existente tanto en los ombligos hundidos como en los ombligos salidos.

Para los anilladores, el ombligo favorito para trabajar es el hundido alargado, porque resulta más espacioso y sencillo a la hora de perforar. Además, las personas con este tipo de ombligo tienden a recuperarse más rápido, pueden hacer más perforaciones y lucir piezas más grandes. Si tu ombligo es algo pequeño o tiene forma de botón, deberás evaluar muy bien dónde y cómo harás tu piercing para que sea lo más favorecedor posible.

Las personas con malformaciones o patologías como granulomas umbilicales, onfalitis, uraco persistente, fístulas o hernias umbilicales no pueden hacerse este tipo de piercings. Tampoco es recomendable que quienes tienen extrema sensibilidad en la zona, sufran de alergias cutáneas o su cuerpo tienda a rechazar piercings se perforen esta parte del cuerpo. Lo mejor siempre es consultar con el profesional encargado de hacer tu perforación. Él te recomendará en base a tu anatomía y gustos el tipo de piercing que mejor se adapta a ti.

¿Qué piezas puedo utilizar?

El grosor estándar para este tipo de piercings es de 1,2 mm de diámetro. Por lo general, las piezas están hechas de acero inoxidable decorado con fantasía, plástico o algún otro metal de oxidación lenta. Si buscas algo más sofisticado, puedes optar por piezas un poco más costosas hechas de titanio, platino u oro, pudiendo adornarlas con piedras preciosas.

piercing ombligo consejos

Las piezas por excelencia para utilizar en el ombligo son el barbell y la banana. También puedes optar por argollas pequeñas o joyas en espiral, pero ten en cuenta que son más incómodas y se recomienda su uso solo en ocasiones especiales.

Debes saber que puedes realizarte dos perforaciones en el ombligo: una en la parte superior y otra en la parte inferior. El piercing siempre deberá hacerse verticalmente y el agujero será considerablemente profundo.

¿Cuánto dolerá?

La opinión sobre cuanto duele este piercing es muy diversa. Hay personas que afirman que es casi indoloro, y otras que dicen que es bastante doloroso. Hay que tener en cuenta que la piel del abdomen es dura, más o menos elástica y con más o menos cantidad de grasa acumulada, por lo que la cantidad de dolor al perforarlo puede variar mucho. Además, influyen factores como el umbral de dolor de cada persona, la experiencia del anillador y si se emplean o no pomadas anestésicas para insensibilizar un poco la zona a la hora de perforar.

Vamos a catalogar a este piercing entre 3 y 7 en una escala de dolor del 1 al 10. Como siempre, es indispensable que acudas con un profesional.

¿Cómo es el proceso de curación?

Debes saber que es uno de los piercings que más tardan en sanar y uno de los más propensos a infectarse. El proceso de cicatrización será lento y requerirá de numerosos cuidados que el anillador te especificará. Dependiendo de cómo reaccione tu cuerpo y de los cuidados que le des a tu piercing, el tiempo estimado de curación variará entre los siete meses y más de un año.

Considera que te resultará incómodo al bañarte, usar ropa ceñida al cuerpo o dormir boca abajo, al menos durante los primeros meses. No puedes presionar tu abdomen, jalar la pieza o tocarla con mucha frecuencia, pues arrancarás las costras, harás que la herida se infecte y dificultarás el proceso de curación. No debes retirarte la pieza hasta que la herida cicatrice por completo, pues podrías infectarla o permitir que el agujero se cierre. Como en cualquier perforación corporal, debes lavarla diariamente de una a tres veces al día con agua y jabón y emplear pomadas antisépticas y antinflamatorias.

Si sigues todas las indicaciones de tu anillador, tu piercing sanará correctamente en el menor tiempo posible. En caso de sentir malestares o dolor persistentes, debes comunicarte con tu anillador o médico de confianza.

✅ Ventajas de los piercings en el ombligo

Los piercings en el ombligo son considerados muy sexys. Esta parte del cuerpo es erógena, por lo que lucir uno te dará un toque seductor y provocativo. Además, es una perforación corporal extremadamente discreta, que solo lucirás cuando quieras hacerlo, no te causará problemas en el trabajo y complementará estupendamente tu atuendo cuando uses crop tops o bikinis, haciéndote lucir femenina, delicada y muy sensual.

❌ Contras de los piercings en el ombligo

Es una zona bastante difícil de sanar y suele enrojecerse, infectarse y causar molestias con frecuencia, a pesar de que se le dé un buen cuidado. Durante los primeros meses resulta muy incómodo a la hora de dormir, usar ropa entallada o ejercer presión en la zona, y es que no puede retirarse en ningún momento hasta que la perforación cicatrice por completo. Si engordas significativamente o te embarazas durante el proceso de cicatrización, puedes perjudicarlo.

Además, es necesario lavarlos y desinfectarlos de una a tres veces al día durante periodos que van desde los varios meses hasta más de un año, proceso que resulta tedioso. Hay personas cuyos cuerpos rechazan los piercings e impiden que cicatricen por completo a pesar de cumplir rigurosamente con el lavado y desinfección diarios de la perforación.

Hay personas que tienen opiniones muy prejuiciosas sobre este tipo de piercing. Recuerda que no todos tienen la misma percepción sobre el arte corporal y un piercing en un contexto equivocado puede perjudicarte.

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