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Para los amantes del tatuaje plasmar diseños representativos en su piel es un arte. Hoy queremos hablarte sobre los tatuajes de color blanco, la tendencia que vuelve locos a los internautas.
Los tatuajes blancos o white tattos son modificaciones corporales permantes que constan de dibujos, letras y/o símbolos hechos en su totalidad o en su mayor parte con tinta de color blanco. La tinta blanca indeleble, como la de todos los tatuajes, se impregna en la dermis (la segunda capa más externa de la piel) mediante una aguja hueca.
Se caracterizan por ser minimalistas y tener una apariencia delicada y sofisticada. Pueden estar conformados en su totalidad por tinta de color blanco o contrastar el color blanco con bordeado, sombreado, detalles o elementos en otros colores que ayuden a resaltar el color blanco en la piel.
Todas las personas que poseen una piel resistente y no presentan alergias a las tintas de otros colores pueden tatuarse con tinta blanca. El detalle está en los resultados. Si bien podría creerse que la tinta blanca es más llamativa y contrasta mejor en las pieles oscuras, lo cierto es que se obtienen mejores resultados en las pieles claras.
Mientras más clara sea la piel, más limpio se verá el trabajo. Los tatuajes de tinta blanca tienden ser transparentes, por lo que si se tatúa una piel de tono oscuro, el tatuaje va a tender a coloraciones opacas, amarillentas o grisáceas.
Lo primero que se debe hacer para garantizar un trabajo estético y provechoso es acudir con un profesional que cumpla las medidas sanitarias correspondientes. Un trabajo mal hecho y realizado con instrumentos indebidamente esterilizados o de mala calidad puede causar daños severos en la piel, reacciones alérgicas, y, en el peor de los casos, puede significar la contracción de una enfermedad infecciosa, además de distorsionar el diseño original y causar insatisfacción en el cliente.
Como todos los tatuajes, los de tinta blanca necesitan cuidados especiales los días posteriores a su realización. Hay ciertas normas que debemos cumplir para asegurar los mejores resultados y evitar afecciones.
Tener un tatuaje blanco puede darle una apariencia delicada y sofisticada a quien lo lleva. Los tatuajes de tinta blanca son mucho menos comunes que los tatuajes coloridos o negros, lo que será un distintivo agradable a la vista. Pueden resaltar su diseño original al combinarse con detalles negros o de colores vivos y son más fáciles de disimular en el caso de querer hacerlo.
Existen tintas blancas que poseen fluorescencia. Estas tintas pasan desapercibidas hasta que se las expone a luz ultravioleta, donde muestran colores vivos espectaculares. ¡Si quieres llamar la atención en discotecas, conciertos y fesivales pero pasar desapercibido en la oficina, los tatuajes fluorescentes son lo tuyo!
La parte negativa de los tatuajes de tinta blanca es que no siempre resultan como se prevee. Sólo puede observarse el resultado final después de un par de días e incluso semanas de su realización. Dependiendo del tono de piel y la capacidad de cicatrización de cada persona, el tatuaje resultará más o menos atractivo a la vista.
Los tatuajes blancos suelen reservarse para diseños minimalistas. Si buscas un tatuaje muy elaborado con sombras y degradados la tinta blanca no es la mejor opción para ti.
Existen personas que se tatúan con tinta blanca y una vez sanada su piel el tatuaje asemeja más a una cicatriz que a un tatuaje en si. Hay quienes esperan que su tatuaje sea muy vistoso y se decepcionan al obtener resultados casi imperceptibles. Es importante tener en cuenta que los tatuajes de tinta blanca son mucho más disimulados que los tatuajes de tinta negra o de otros colores y, que como se dijo anteriormente, no todos los tonos de piel reflejan de igual manera el arte plasmado en tinta.
Gema García nacida en Madrid en 1989. Estudió el Grado de Bellas Artes en la Universidad de Valencia, tatuadora profesional desde hace 4 años. Colaboradora en Tatuing desde el año 2018 aportando su conocimiento y experiencia en el Sector.